domingo, 11 de diciembre de 2011

PRESIDENTES DE 1990-2011

Patricio Aylwin Azocar (1990-1994): Entre los principales hitos de su gobierno está la creación de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, presidida por el jurista y ex-parlamentario Raúl Retting, que dio a conocer en marzo de 1991 el llamado informe, destinado a restablecer la convivencia nacional y aportar luz sobre las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, sobre la base de antecedentes de muertos y desaparecidos. Se acostumbra a identificar también el gobierno de cuatro años de Patricio Aylwin como el de la transición, porque fueron primordiales los acuerdos entre las autoridades y la oposición. Buscando en Chile el tránsito del largo periodo de la dictadura al funcionamiento normal de la convivencia democrática, libertad y la paz, sin traumas ni quebrantos insuperables basado en la moderación y cordura. El país logró progresar, en la estabilidad política democrática, crecimiento económico y el desarrollo social.
Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000): En la primera propuesta, que serviría de base para la consecución de las cuatro siguientes, destacaba la lucha inflexible contra la inflación, la austeridad y el incremento del ahorro, un crecimiento alto y sostenido, incremento de los salarios reales, acrecentamiento del consumo de las familias de menores ingresos y la profundización de la apertura comercial y de los niveles de competitividad.La última tarea, en tanto, se sostenía en el "respeto intransable al derecho internacional", dentro de lo que denominó "una diplomacia para el desarrollo". Asimismo, destacaba la profundización de la internacionalización de la economía chilena, concretando acuerdos y alianzas; la participación del país en iniciativas "tendientes a lograr la paz, la extensión de la democracia y del respeto de los derechos humanos y el desarrollo de la equidad social en el sistema internacional", buscando una "inserción múltiple y equilibrada en el mundo"
Ricardo Lagos Escobar (2000-2006): En Chile, los seis años de mandato, entre 2000 y 2006, del tercer presidente de la Concertación de Partidos por la Democracia y el primero socialista desde Salvador Allende estuvieron caracterizados por la salud económica y financiera, la firma de los tratados de libre comercio con la Unión Europea, Estados Unidos y China, y la consecución de la plena subordinación del estamento militar al poder civil, ejemplificada con la retirada de la Constitución de las disposiciones restrictivas de la democracia legadas por la dictadura. Su Gobierno coincidió con los reiterados e infructuosos intentos de juzgar en casa a Augusto Pinochet, de cuyo régimen el político fue destacado opositor, por violación de los Derechos Humanos y delitos económicos. Pese a los escándalos de corrupción que afectaron a su entorno político y familiar, Lagos se despidió con una elevada cota de popularidad, siendo sucedido por su anterior ministra de Defensa y compañera de partido, Michelle Bachelet.
Michelle Bachelet Jeria (2006-2010):Asumió como presidenta de Chile el 11 de marzo de 2006, siendo la primera mujer en la historia del país en ocupar el máximo cargo gubernamental y la cuarta de la Concertación de partidos por la democracia de un total de 20 años en el poder hasta 2010. A pesar de sus altas cifras de popularidad al inicio de su mandato, éstas bajaron a mediados del mismo considerablemente tras “la revolución pingüina”, la crisis del Transantiago y diversos conflictos dentro de la coalición de gobierno. Caracterizado por un "sello social", su mandato debió enfrentar la crisis económica mundial del 2008, repuntando sus cifras de popularidad gracias a la evaluación positiva que los chilenos hicieron respecto a su gestión, alcanzando índices históricos que ningún Jefe de Estado en el país haya tenido al momento de dejar el cargo, finalizando con un 84,1% de aprobación.
Sebastian Piñera Echeñique (2010-2011): En sus primeros meses como Presidente de Chile, Sebastián Piñera ha llevado a cabo un gobierno con fuerte énfasis en la excelencia, el sentido de urgencia, el compromiso de metas y resultados concretos y la constante rendición de cuentas. Al asumir su cargo, debió enfrentar simultáneamente la emergencia derivada del terremoto y tsunami del 27 de febrero y el despliegue de su programa de gobierno. Los efectos del movimiento telúrico le quitaron la vida a más de medio millar de chilenos, siendo la catástrofe natural que mayor daño material ha producido en el país. Sin embargo, el Gobierno echó a andar un plan de reconstrucción que tiene como plazo cuatro años. La tragedia de los 33 mineros, que permanecieron 70 días a aproximadamente 700 metros de profundidad, estremeció y conmovió al país y al mundo entero. Los esfuerzos por rescatarlos hicieron visible el significado de la nueva forma de gobernar y reforzó el espíritu nacional y la evidencia de lo que podemos lograr. El objetivo sigue en pie: crear una sociedad donde todos cuenten con oportunidades para conseguir la realización personal, con las seguridades necesarias para tomar los riesgos que suponen el emprendimiento, la innovación y el esfuerzo, y donde se aseguren valores como el respeto a la vida, la libertad, la responsabilidad personal, familiar, la diversidad y el cuidado del medio ambiente.
Araceli Carrizo
Valeria Bustos

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